El poder de Hécate

Sila Hecate Sandro Dragoj Detail Rozkrok

Técnica: pluma y tinta coloreada
Tamaño sin montaje: 510 × 720 mm
Fecha: 21.10.2019

Tema y motivo de la obra

Hécate es la antigua diosa muy querida para mí, y desde que pinté la obra Coito con Hécate, mi cariño por su arquetipo se hizo hasta más fuerte. Así que me dije a mí mismo que sería lindo retratarla una vez más, también en esa forma infamada de ella. Originalmente era una diosa con ciertas cualidades en común con Atenea, como la sabiduría y la confianza, la tenacidad y la pugnacidad. Hécate se destaca también en aspectos puramente femeninos, siendo una mujer trina: la diosa de la luna, la guardiana de la maternidad y, importantemente, la profanada madre de los demonios, señora de las brujas, esposa del diablo, guardiana de las encrucijadas. (En el pasado, las encrucijadas se consideraban lugares muy malos, debido a la creencia de que después de la muerte las almas pecadoras podían regresar en sus cadáveres como vampiros. Debido a esto, el objetivo era colgarlos o enterrarlos lo más lejos posible del pueblo, mientras asegurándose de que un otro pueblo no se quejara de la proximidad. Por eso los delincuentes, carteristas, ladrones y asesinos fueron ahorcados, enjaulados y enterrados en los cruces de caminos, como una especie de compromiso sobre la distancia entre los pueblos.)

Subtexto psicoanalítico de la obra

Hécate era originalmente una diosa muy meritoria, a la que la gente rezaba con fe, esperando que su poder asegurara que una mujer embarazada tuviera un parto sin complicaciones, que el niño naciera sano y fuerte, que nadie muriera en el proceso. Soy consciente de que, independientemente de lo que pensemos de ciertas religiones y de si somos o no miembros de alguna iglesia, dios o dioses son en gran medida la proyección personal de nuestros deseos y odios internos. Muchas veces me he dedicado a la tarea de retratar cosas negativas y oscuras, sin glorificarlas. He intentado solo darles algo de santidad (no esotérica), purificarlas. La oscuridad es negra y vacía, y si queremos hacer paces con ella, tenemos que aprender a aceptarla como es. Traté de mostrar lo mismo aquí con Hécate, específicamente con el estigma asociado a ella. Puede ser reconocida también como una santa falsa, moralmente inválida, o como una especie de mártir ideológica. Quise enfatizar el significado de la materia y su simbolismo oculto, el desafío y rechazo de la milagrosidad exagerada, romper el dogma espiritual con el materialismo o con una otra idea espiritual que sería libre de una doctrina estrictamente determinada. Hécate está rodeada de demonios extasiados que, a su manera “malvada”, están intoxicados por su presencia. En resumen, esta obra de arte puede ser vista como una herejía en el sentido satánico contra la autoridad religiosa impuesta violentamente. No tengo nada en contra del cristianismo en sí mismo como religión, siempre que esta creencia se maneje con razón y no se imponga con violencia, ni con armas, ni con coerción emocional.

“Es más fácil pensar y vivir como un pecador en una tierra de benevolencia divina que reconocer y admitir que vivimos en una tierra gobernada por un tirano, un dios falso y un déspota”.

Me he dado cuenta de que las personas tienden a someterse a la autoridad sin resistencia simplemente cuando declara que tiene poder, armas y prácticas de violencia, aunque diga que no tiene intención de usarlas de momento. En estos casos la autoridad utiliza el miedo como su herramienta. Las autoridades tiránicas tienen la costumbre de engrandecer su propia reputación e imponer esa visión a los demás. En el dogma cristiano, al que me refiero mucho aquí, el arquetipo de Dios es adorado como algo supremo, pero crítico. Eso es algo que no tiene sentido. Asumiendo la existencia de una superpotencia última y la noción de que de todo el universo ella tiene una preferencia por los seres humanos en particular, tal superpotencia en principio no puede tener ningún motivo para juzgar a los humanos; por el contrario, solo puede permanecer en el papel de observador desinteresado y sin intenciones. Por lo tanto, se trata de la ausencia de un plan divino.

En esta obra, enfatizo fuertemente que las cosas o cualidades que se oponen al enfoque autoritario sí que pueden romper las dogmas, pero también pueden ser solo una expresión del libre autodesarrollo sin ninguna intención revolucionaria. Este último tipo también frecuentemente es estigmatizado o incluso demonizado. Esta es una de las razones por las que me gusta expresar cosas bonitas en su forma menos agradable, incluso infernal. Es una especie de autoaceptación y eliminación de los tabúes sobre los sujetos con sus lados sombríos, de las que esta obra ofrece una mejor comprensión.

Desarrollo del trabajo

Este dibujo fue difícil, en parte por la elección inadecuada del material base, que en este caso fue papel hecho a mano. Debía ser un material de calidad apto para impresiones fotográficas, pero no funcionó. El papel se arrugó, se rasgó y sufrió daños muy fácilmente. Pero tomé esta situación como un desafío y terminé el trabajo de todos modos, poniendo los contratiempos y defectos a primer plano. Me dije a mí mismo que pasamos por muchas dificultades en nuestras vidas y tenemos que aprender de nuestros numerosos errores. ¿Y si el principio similar pudiera ser aplicado en una obra de arte? Por lo tanto, lo hice así.

El resto del proceso fue más fácil. Seguí dibujando, y dibujando, y dibujando.

traducción: Arianne Perrier
diseño web: Brbla

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