Técnica: pluma y tinta coloreada
Tamaño sin montaje: 327 × 242 mm
Tamaño con el montaje: 515 × 413 mm
Fecha: 28.12.2018
VENDIDO
Motivo de la obra
Esta es una de varias ilustraciones sobre el tema del libro de Dominik Fiala, en el que un apocalipsis de proporciones bíblicas ocurre. La escuela se verá afectada también, pero no voy a revelar muchos detalles sobre esto: los lectores pueden descubrirlo por sí mismos cuando compran y leen este libro. Además, no quisiera estropear la sorpresa para sus fans.
Técnica
Esta obra fue también uno de los experimentos en los que mejoré mi técnica para luego llegar a la que llamo Brilliantis. Es una obra a pluma y tinta muy coloreada. Necesitaba ver cómo encajaría, simbólicamente dicho. Al final usé conservantes ligeros. Así que parte del trabajo se hizo con pluma de acero y el resto con un pincel.
Más vistas de la obra
Motivo personal en el fondo
A menudo he sorprendido al autor de este proyecto literario con lo ingenioso que puedo ser en mi representación del infierno. Esto tiene su justificación, no sólo sino en particular en le caso de la presente obra de arte. Veo la escuela y el sistema escolar de este país como un infierno. En serio. Es un sistema donde se aprende casi nada para por vida. Todo me recuerda a una especie de prisión para niños, donde se debe anunciarse para poder ir al baño, donde la persona es evaluada y calificada de acuerdo con como bien aprende a repetir las cosas como un papagayo. Hay una autoridad impuesta en forma de maestro, la comunidad de niños se divide en clases según la edad. El acoso es común dependiendo de la ubicación de la institución. La tendencia natural de aprender de los amigos mayores se pierde y se pisotea, la creatividad se sofoca, un niño como persona no puede desarrollar la necesidad básica que más necesita en la vida: poder resolver las cosas por sí mismo y elegir lo que quiere hacer, empezar a depender de su propia libre elección. Aquí se cultiva el principio de la tolerancia, en vez del arte de decir no.
Aunque no se ha demostrado que el sistema de educación obligatoria en aulas enfocado en las notas, la limitación y la disciplina originalmente militar, funcione para todos, se implementa ampliamente en toda la República Checa. Mientras tanto, a menudo deforma a la población en lugar de enseñarla. Tragedias tales como casos de los estudiantes que pierden la cordura y la aptitud mental no son desconocidas. No es raro que cometan actos desesperados de violencia como asesinatos o suicidios. Yo mismo fui testigo de uno de estos incidentes en mi segundo año de escuela primaria cuando una compañera de clase y mi amiga, un año menor que yo, se suicidó saltando por una ventana al final del noveno grado. Llevaba mucho tiempo soportando conflictos familiares acompañados de abuso verbal por sus malas notas. El precio para su familia fue que la niña perdió el alma y la mente, se sintió privada de cualquier sentido en la vida y decidió terminar la terrible experiencia lanzándose al vacío.
Incluso hoy en día, el Ministerio de Educación sigue monopolizando en gran medida la educación, y los modelos escolares como Summer Hill o Rothbury están al margen de la ley, necesitan concesiones, exenciones o están prohibidos por completo. Nunca he apoyado la adopción general de un único sistema escolar específico para todos. Al contrario, creo (y lo mantengo) que lo mejor sería no imponer ninguna y dejar que la gente tome sus propias decisiones. Al menos así los niños no tendrían que pensar que ir a la escuela es un castigo, y los maestros tendrían un descanso de los pequeños alborotadores porque podrían enviar a un niño travieso a casa y quedarse con los que muestran un interés real en aprender. Alguien podría no querer ir a la escuela en absoluto, posiblemente alguien que mataría a su maestro. Todos estarían mejor y se sentirían menos agobiados. Sería genial dejar de pensar que los juegos de computadora, las películas de terror, la versión satánica de Winnie the Pooh, etc., son los culpables de los niveles absurdos de violencia en las escuelas.
traducción: Arianne Perrier
diseño web: Brbla